martes, 16 de abril de 2019

biocombustibles ¿beneficio o maleficio? 2

¿Biocombustibles beneficio o maleficio?
Hace más o menos diez años, en alguno de los tantos fallidos proyectos de mezcla de gasolina con etanol, lance una serie de interrogantes donde cuestionaba una serie de puntos que deben de resolverse antes de siquiera pensar en impulsar un proyecto, tan complejo, que implica tantas variables como lo es el de los biocombustibles.(http://politicusincorrectus.ticoblogger.com/2009/07/biocombustibles-beneficio-o-maleficio.html)
Para empezar este nuevo capitulo de la gasolina con etanol, el mismo nació a raíz de un plan del gobierno intitulado “Plan de descarbonización compromiso del Gobierno del Centenario” que se basa en una serie de premisas, en mi opinión difíciles de alcanzar, pues aún las tecnologías no están lo suficientemente desarrolladas como para pretender números tan alegres, que muchos países desarrollados no se atreven a mencionar, sin embargo nuestro gobierno dispuso que para el 2050 en su mayoría la flotilla vehicular será de cero emisiones, solo se venderán vehículos nuevos de cero emisiones y el transporte publico correrá igual suerte, esto pareciera casi un copy paste de la iniciativa Europea “ Un planeta limpio para todos”, derivada de los acuerdos de Paris. Como se denota en la iniciativa Europea es un proceso gradual, y no un proceso a golpe de tambor como pareciera quererse implementar en nuestro país.
El proyecto de la mezcla gasolina – etanol ha sido manejado por Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE), en un total secretismo y con un supuesto informe de pruebas empíricas realizadas en el año 2014, y eso ya fue suficiente para echar a andar este proyecto sin pensar en una serie de cuestiones, empezando por la infraestructura, el parque automotor y los mas importante ¿bajara este etanol realmente los índices de carbono? La respuesta es un gran signo de interrogación primeramente pues tal y como lo ha mencionado la FAO en el documento del 2008 “Biocombustibles: perspectivas, riesgos y oportunidades” donde se lanza la siguiente interrogante “ En función de los métodos empleados para producir la materia prima y elaborar el combustible, algunos cultivos pueden generar aún más gases de efecto invernadero que los combustibles fósiles. El óxido nitroso, por ejemplo, un gas con efecto invernadero con un potencial de calentamiento global unas 300 veces mayor que el dióxido de carbono, es liberado por fertilizantes nitrogenados”, es decir al no existir una definición de qué tipo de etanol es el que se quiere comprar, pues en muchos casos es peor la cura que el mal, y con una grave contradicción, Alejandro Muñoz Villalobos, presidente de la refinadora, señaló en distintos medios de prensa lo siguiente: “ Como en cualquier concurso hay cotizaciones, nuestro interés es tener mejor precio posible”, dicha afirmación contradice entonces lo que busca el gobierno que es la descarbonización, y se allana más bien a una cuestión económica.
No todos los biocombustibles reducen la factura de carbono, por ejemplo según el informe de la FAO del 2008, existen producciones de etanol que consumen más combustible fósil, es decir su valor energético es inferior a la energía que produce, por ejemplo de la gasolina: derivada del petróleo crudo: el balance energético es algo menor a 0,8, es decir menos de 1 litro de gasolina para producir un litro de gasolina para consumo, mientras que para el etanol: la materia prima es la caña de azúcar: el balance energético va de poco más de 2 a 8,3 es decir de 2 a 8,3 litros de combustible fósil para su producción, lo que estaríamos haciendo es pasar la factura de un lugar para otro y no se estaría ayudando a la colectividad del planeta. Para certificar si una biomasa (materia prima de los biocombustibles) es realmente ecológico o carbono neutral, existe una organización Europea que define una serie de estándares para determinar esto, que se denomina ISCC por sus siglas en ingles (Internacional de sostenibilidad y certificación de carbono), dentro de sus requisitos para certificar la eco-viabilidad de la biomasa hasta el consumidor final se toman en cuenta los siguientes parámetros: “A fin de calificar para este sistema de certificación, la biomasa líquida producida, sea biocombustible, debe ofrecer un ahorro en emisiones de gases efecto invernadero del 35%. A fin de probar esto, cada elemento de la cadena de suministro debe calcular sus emisiones de gases efecto invernadero (o utilizar el valor por default correspondiente) y pasar dichas cifras a la siguiente interfase de la cadena. La última interfase de la cadena debe finalmente calcular y corroborar el ahorro total de la biomasa líquida, respectivamente de biocombustibles.” Lo anterior quiere decir que previo a decidir cual biocombustible debe comprar RECOPE, se debe velar por la materia prima de la biomasa, la forma en que se produce y cuanto combustible fósil se usa en su elaboración, el transporte hasta Costa Rica (barco movido por diésel) y la forma en que se distribuirá a las diferentes regiones de nuestro país (camiones movidos por diésel), lo que inevitablemente implica el consumo de una gran cantidad de combustibles fósiles, que deben restarse a la supuesta disminución de carbono, que produciría el etanol, por lo que este plan se convertiría en como se dice popularmente “desvestir un santo para vestir otro”.
Otra interrogante que plantea la FAO es el problema de la seguridad alimentaria, pues se estarían convirtiendo bosques y selvas, en campos agrícolas, para la producción mas rentable del biocombustible, en un país como el nuestro donde a duras penas se produce lo que consumimos y quedamos debiendo, primero se deberían promover áreas de conservación y otras restringidas donde no se puedan convertir estas zonas, en zonas para cultivar este tipo de insumos para la producción de biocombustibles, ya que las mencionadas reducciones en las emisiones de gases de efecto invernadero no contemplan el hecho de los cambios en el uso de la tierra. Si los mismos se incluyen, las emisiones de gases de efecto invernadero para algunas materias primas y sistemas de producción de biocombustibles podrían ser mayores incluso que las de los combustibles fósiles. Fargione et al. (2008) estimaron que la conversión de selvas lluviosas, turberas, sabanas y pastizales para producir etanol y biodiesel en Brasil, Indonesia, Malasia o los Estados Unidos de América libera al menos 17 veces más dióxido de carbono que los que estos biocombustibles ahorran anualmente al sustituir a los combustibles fósiles, por lo que previo a implementar algo como esto debemos salvaguardar los recursos y la alimentación de la población costarricense a largo plazo, además valorar si es que se va a importar a que países se les comprara el etanol y si cumplen con los estándares de sostenibilidad.
Finalmente debemos recordar que RECOPE, es un monopolio estatal (artículo 46 de la Constitución política: “Los consumidores y usuarios tienen derecho a la protección de su salud, ambiente, seguridad e intereses económicos; a recibir información adecuada y veraz; a la libertad de elección, y a un trato equitativo” ) y al final debe ser el consumidor quien decida que combustible utiliza y no una imposición, que deviene en ocurrencia y que golpeara una vez más el bolsillo de los costarricenses, pues todo lo que se invierta por parte de los gasolineros para implementar el plan será trasladado al usuario, los potenciales daños a los vehículos, y el daño solapado al medio ambiente, por lo que este plan si es que se responden las interrogantes es viable, la gasolina con etanol debe ser una opción y no una imposición, tal y como se ha explicado a través de este articulo las dudas en cuanto al verdadero ahorro energético, y su colaboración con el medio ambiente, si me preguntan ¿Biocombustibles beneficio o maleficio? Me decanto por lo segundo al menos el día de hoy.
Lic. Rolando Mora Madrigal
Abogado y Conciliador Certificado
Tel: 88497777


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