domingo, 28 de marzo de 2010

“Asesinan indigente en cuarteria por ajuste de cuentas”

Esa sangre que corre hacia el cano, y que brota aun tibia de la herida de 45 que tengo en la parte de atras de la cabeza, algún día me dio la vida y hoy solo es un reguero rojo, no hay nada mas triste, que una comida desperdiciada, la misma que terminaba de cocinar cuando mi cabeza choco con esa bala, bala que no era para mi y que al final nunca supe quien la penso, la planeo, y la disparo , un día cualquiera casi al mediodía, solo escuche donde se revento la vieja madera de la puerta, si es que así se puede llamar, pero no me pude volver, solo se apago la luz.
No es mi culpa mas bien el destino, que me llevo a vivir en esta sucia cuarteria, perdida en un rincón, que no existe, porque todos lo ignoran, envuelta en una realidad que no existe, porque todos la niegan, pero si existe o existio para mi, la menos hasta hace unos minutos, siempre están los que hacen lena del árbol caído, entra el vecino, el que hacia mucho escandalo y nunca me dirigió palabra y solo toma los últimos tres mil pesos que tenia en la bolsa, el tele y el radio y se va... a lo lejos ya se oye una ambulancia o talvez la policía que ya fue alertada, mientras en el otro cuarto, un dichoso se salvo por esas cosas del destino, para el era esa bala. Al final un trillado titular sella mi paso por este mundo, en letras rojas: “Asesinan indigente en cuarteria por ajuste de cuentas” , es mas fácil y vende mas decir eso, y pensar que yo solo preparaba algo de comer.

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